No se puede tener un blog sobre apuestas deportivas sin dedicarle una entrada a los tipsters, esas figuras que se llevan todo el glamour en el mundo de la ‘inversión deportiva’, pero, ¿quiénes son realmente?
¿Quiénes son los tipsters?
Un tipster es un profesional del juego online, que se dedica a ofrecer pronósticos de los resultados de ciertos eventos a sus clientes a cambio de una cuota de subscripción.
Realmente lo que compras cuando le pagas una suscripción a un tipster es, sobre todo, sus pronósticos deportivos, pero también su conocimiento sobre la gestión de apuestas deportivas. Analicemos esto:
Pronósticos de apuestas deportivas: cuando valoramos el conocimiento de un tipster sobre un deporte o liga no estamos hablando de saberse el nombre del lateral derecho de un equipo de fútbol. De verdad tienen que saber de ese deporte.
Las casas de apuestas cuentan con miles de datos y estadísticas sobre los equipos que participan en cada partido que ellas publican. Tienen la experiencia de miles de partidos para saber cuánto influye cada evento en cada momento, y cuentan con muchísima potencia tecnológica para calcular esto.
Pensemos, por ejemplo en un partido de fútbol que va 0 – 0 en el minuto 80, y en el minuto 81 se marca un gol. Las estadísticas nos dicen que hay una probabilidad del 71% de que no se marque otro gol hasta el pitido final… en los partidos de liga. En los de copa esa estadística aumenta hasta el 87%. Y estas cifras varían dependiendo de si el que ha metido el gol es el local o el visitante, si hablamos de la liga española o la alemana…
Las casas de apuestas cuentan con esta información, y ajustan sus cuotas conforme a ello. Los tipsters… seguramente no.

Esto no quiere decir que un tipster no pueda batir regularmente a las casas de apuestas. El deporte son sensaciones, y un buen analista con intuición puede batir al mejor estadístico. Pero no cualquiera puede hacerlo, simplemente porque la dificultad es enorme.
La gestión del tipster: no vale sólo con saber pronosticar, un buen tipster debe saber apostar. Cualquiera puede decirte que en un Barcelona – Leganés, el favorito es el Barça, pero… ¿Es siempre una buena apuesta? A una cuota 2.00 (si gana el Barça, te pagan 2 euros por cada uno que apuestes) seguramente sí.
A una cuota 1.05 (te pagan 5 céntimos por cada euro que apuestes)… probablemente no. No olvidemos que ser el favorito no significa que vayas a ganar siempre.
Ahí están conceptos como la gestión del stake, el conocimiento de las cuotas y las probabilidades que hay detrás, saber cómo funciona una casa de apuestas, la gestión de las emociones… Es definitiva, seguir una estrategia sólida para apostar. Es necesario tener claros conceptos como el de valuebet, y la diferencia de este con la probabilidad estadistica de que un evento finalice de una determinada manera.

¿Por qué hay tantos?
A pesar de ser una profesión a priori tan complicada, parece que los tipsters crecen como setas, ¿por qué?
Las fuentes de ingresos de un tipster pueden ser tres:
Sus propias apuestas deportivas: idealmente un tipster sigue sus propios pronósticos. ¿Quién iba a confiar en él si no lo hace él mismo?
Hay que tener cuidado con esto, sin embargo. Algunas casas de apuestas ofrecen a los tipsters plataformas para que puedan crear imágenes manipuladas, de manera que pueden mostrar boletos e historiales de apuestas que realmente no han hecho.
Las comisiones de afiliación de las casas de apuestas: las casas de apuestas pagan a algunos de estos “analistas” por el dinero que sus seguidores pierden en ellas. Cuando ocurre esto, el problema no es sólo que el tipster no sea capaz de hacerte ganar dinero, es que ni siquiera quiere hacerlo.
Un buen tipster tendría que ser capaz de darte un pronóstico y decirte a partir de qué cuota es interesante. Si un ‘pick’ es Apuesta al equipoX en la bookie YYY… desconfía.
Las subscripciones de sus seguidores: evidentemte, un tipster ofrece sus pronósticos a cambio de dinero. Y en este mundillo, lo barato sale caro. Es mejor seguir a un tipster caro, pero fiable y contrastado, que a un vendehumos.
Al final, cuando pagas a un tipster, estás pagando a quien se va a encargar de gestionar tu dinero. ¿No quisieras tener al mejor?